Cinco obras que te harán conocer a José María Arguedas
01/14/2020
José María Arguedas Altamirano (Andahuaylas, 18 de enero de 1911 – Lima, 2
de diciembre de 1969), fue escritor, antropólogo y etnólogo, autor de novelas y
cuentos que lo han llevado a ser considerado como uno de los grandes
representantes de la narrativa indigenista del Perú y cuyo legado permitió la
valoración de la cultura andina en el Perú.
Arguedas captó la realidad del país y la volcó en su
obra literaria. De esta manera visibilizó las complejas culturas y diversas
sociedades del Perú en el siglo XX, vinculando el mundo andino y el mundo
occidental ante los constantes cambios sociales y económicos de un país
semifeudal y agrario.
José María Arguedas tuvo una amplia y diversa variedad de obras
de ficción, ensayos y artículos. Pero algo en común en este legado, es que sus
trabajos reflejan a un Perú dividido en dos: la región andina y población
quechua, y por otro la ciudad con raíces europeas.
A continuación, compartimos algunas de las obras
de José María Arguedas, uno de los escritores más importantes del
siglo XX:
Agua (1935)
Es su primer libro y reúne tres historias o cuentos
donde describe detalladamente la vida cotidiana en una aldea de los andes
peruanos. Agua, Los escoleros y Warma
Kuyay, son los nombres de los tres cuentos que conforman dicho libro y que
se inspiran en sucesos de la niñez de José María Arguedas, durante
el tiempo que vivió en la provincia de Lucanas. Esta obra presenta un mundo
donde se muestran los valores humanos y solidarios, en oposición a los abusos
de poder. Este libro es una protesta pública a favor de los derechos
indígenas, una lucha por la libertad e igualdad de los pueblos.
Yawar fiesta (1941)
Es una novela ambientada en el pueblo de Puquio,
capital de la provincia de Lucanas (Ayacucho), ciudad donde José María
Arguedas vivió de niño, aprendió quechua y se vinculó con la comunidad
indígena. Yawar fiesta (Fiesta de sangre) es su primera
novela y pertenece a la corriente del indigenismo. Esta obra relata la
realización de una corrida de toros al estilo andino (turupukllay) en el marco
de una celebración denominada yawar punchay, pero desde Lima llega la
advertencia del Gobierno: la corrida sangrienta se prohíbe. Sin embargo, la
comunidad no se quedará resignada a no realizar o celebrar aquello por lo que
estuvieron esperando todo el año y que forma parte de sus tradiciones.
Esta novela, más que mostrar la opresión y congoja
de la comunidad indígena, resalta el poder y la dignidad que el pueblo
quechua ha preservado a pesar de la explotación y el desprecio. Narra el
triunfo de este pueblo al decidir conservar su idiosincrasia cultural, así como
los aspectos de su organización social.
Los ríos profundos (1958)
Considerada por la crítica como la obra maestra
de José María Arguedas, narra el proceso de maduración y toma de
conciencia de Ernesto, un muchacho de 14 años, que enfrenta las injusticias del
mundo de los adultos del que empieza a formar parte y debe tomar un camino.
A modo autobiográfico, esta novela nos
introduce a un mundo que es a la vez cotidiano y mágico, que con sencillez y
originalidad narra las experiencias, vivencias y sobre todo el rico mundo
interior de un niño que compara su alma a la del río Pachachaca y
desea como él, "cruzar la tierra, cortar las rocas; pasar
indetenible y tranquilo, entre los bosques y montañas...". El río es
una alegoría que expresa la fuerza y la pureza, lo indómito y lo sagrado, en un
mundo perdido en la confusión y el caos.
El Sexto (1961)
En esta novela José María Arguedas, narra
su experiencia carcelaria entre 1937 y 1938 en uno de los penales más conocidos
de Lima. El personaje de la obra es Gabriel Osborno, un estudiante
universitario que es preso por ser un activo líder estudiantil. En la cárcel
convive con asesinos, maleantes y detenidos de todo tipo, no encuentra
divisiones de clases sociales, sino enfrentamientos y desunión por razones
netamente políticas o partidarias. Para el protagonista, El Sexto es
consecuencia del sistema racista, excluyente y elitista que impera en el Perú.
Todas las sangres (1964)
Es la más larga (más de 500 páginas de extensión) y
ambiciosa de José María Arguedas al retratar la vida en el
Perú en conjunto, en diversos escenarios geográficos y sociales, esto a pesar
de que su foco esté en la sierra. Rendón Willka, es el nombre del personaje
central de la narración, quien sufre humillaciones en sus años de colegial,
quedando con recuerdos dolorosos e imborrables, padeciendo también la
injusticia de los potentados y señores. El mensaje de esta obra es que
la cultura andina no debe ser destruida por la modernización, más bien debe
conservarse manteniendo un país de respeto a la diversidad cultural. Nos
transmite la defensa de nuestras raíces, el orgullo por nuestra identidad y la
no discriminación.
Desde sus primeros años de vida conoció la realidad
del mundo andino y la describiría en sus obras.
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